La crítica, un hábito que perjudica la salud
Buenas noches Presumidas
Como si de una coincidencia se tratara, ha sido una semana en la que por diversas circunstancias he escuchado varias críticas contra otras personas como si de una tendencia se tratara y coincidiendo con un post de Javier Iriondo sobre la crítica me he dicho, voy a escribir sobre ello porque a mí también me estaba pareciendo que esas personas se estaban desgastando gratuitamente en criticar a otras personas sin sacar ningún beneficio.
¿Quién no ha criticado alguna vez? Si no todos, casi todos. En mayor y menor medida, lo bueno es que con los años te vas dando cuenta que hay cosas que no son buenas para la salud y la CRÍTICA es una de ellas.
Aunque a veces inconscientemente volvemos a caer , caer y caer en la tentación de criticar y no me refiero a la crítica constructiva, sino de la destructiva.
¿Por qué criticamos?
En algún momento nos han hecho algo o hemos visto algo que no nos gusta y arremetemos contra esa persona como si no hubiera un mañana, o peor todavía, sin hacernos nada participamos en críticas grupales.
También por la incomprensión, frustración, como válvula de escape o por la necesidad de sentirnos inocentes. Porque si encontramos culpables contra los que cargar creemos que aligeramos el peso de nuestra conciencia.
En otras ocasiones criticar nos hace sentirnos superiores a los demás aunque no lo hagamos con esa intención, formar parte de críticas gratuitas aparte de no aportarnos nada en numerosas ocasiones se vuelven en nuestra contra.
A veces cuesta realizar esta práctica cuando en ocasiones y de forma inconsciente, se ha convertido en un hábito pero como todos los hábitos es cuestión de tiempo el cambiarlo. Si tenemos un problema con alguna persona deberemos hablarlo con esa persona y si no vamos a hacer nada al respecto, mejor pasar página y no caer en la tentación de criticarla por detrás.
¿Confiarías tú en una persona que no deja de criticar a otras?
Creo que es una pregunta que debemos hacernos antes de caer en la tentación de realizar una crítica destructiva ya que es posible que la próxima víctima seas tú. Criticar es de cobardes y nada inteligente, al contrario de contenerse y respetar a la persona que está siendo criticada. Ese sí es un indicador de nuestro control y de nuestra madurez.
Presus, vamos a intentar contralar ese mal hábito y vamos a practicar más el hábito de hablar de las cosas buenas de las personas, de reconocer su valores y de utilizar palabras motivadoras en vez de destructivas. Porque de lo que siembras recoges.
Espero que como siempre os gusten los post de inteligencia emocional y que poco a poco los llevemos a la práctica haciendo mejor nuestro pequeño mundo.
Un abrazo.